La mano abierta

En tiempos en que la sospecha ha colonizado la política y la desconfianza se ha convertido en moneda común, vale la pena detenerse en un gesto elemental: el saludo con la mano abierta.

La mano, como observaba Aristóteles, es “el instrumento de los instrumentos” (De partibus animalium, IV, 10). No es sólo una herramienta funcional; es el signo visible de la inteligencia humana, capaz de tomar, modelar, ofrecer, cuidar y acoger. La mano que se abre y se extiende es, por excelencia, una señal de paz y de palabra confiable.

No lleva armas, no esconde intenciones. Está ahí, visible, abierta al otro, disponible al encuentro. Los cinco dedos de esa mano abierta no son sólo anatomía. Pueden pensarse como símbolos del orden social. El pulgar, firme y decidido, recuerda el criterio; el índice, la dirección razonada; el medio, el equilibrio y la prudencia; el anular, la necesidad de ayuda y de compromiso; y el meñique, la humildad de lo pequeño, que también es parte del conjunto.

El dedo anular, en particular, ha sido tradicionalmente símbolo del compromiso matrimonial. No por casualidad. Ese dedo representa algo más profundo: la conciencia de que necesitamos de otros para ser mejores. No bastamos a nosotros mismos. Por eso se sella en ese dedo la alianza del amor que desea que desea crecer en compañía.

Cuando una sociedad recupera la costumbre de saludarse con la mano abierta, recupera también una antropología: la del ser humano como vínculo, como apertura, como criatura hecha para el diálogo. En esa apertura sencilla se funda también el respeto republicano, donde nadie se impone por la fuerza ni se protege con máscaras, sino que se presenta con verdad.

La mano abierta no es solo un saludo; es una disposición interior. Es el gesto que inaugura la amistad cívica de la que hablaba Aristóteles como cimiento de la polis. Porque solo donde hay respeto y confianza puede haber política en sentido pleno: el arte de convivir para el bien común.

Recuperar ese gesto —alegre, sencillo, lleno de significado— es también una forma de sanar lo político, de restaurar lo humano. En una época de puños cerrados, la mano abierta es una forma de coraje.


Santiago del Nuevo Extremo, 13 de Octubre del 2025.

Nota:
Las entregas de Polites News, no son artículos académicos, sino escritos de divulgación para un público general, que no siempre tiene acceso a las discusiones y autores que inspiran muchas de las ideas en boga.

El Autor: Juan Carlos Aguilera P.
Dr. Filosofía y Letras. Universidad de Navarra.
Catedrático de Filosofía. Director de Empresas Familiares.
Fundador del Club Polites.
Contacto: clubpolites@gmail.com

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